En esta ocasión hablaremos de otra clase de inversiones con algunos ejemplos que no basadas en el dinero nos darán unos beneficios no económicos, pero que indudablemente nos harán mejorar en bienestar y disfrute de nuestra andadura por la aventura de la vida.
Serán beneficios que no solo nos permitirán eso, sino mucho, muchísimo más. Tanto es así que nos podrían servir en un momento dado para incluso salvar nuestro más preciado don, la vida, en algunos de los casos.
Me refiero a las inversiones en el aprendizaje de ciertos conocimientos y desarrollo de algunas habilidades que, siendo necesarios para este fin tan importante, parece que pasan casi desapercibidas sin que nadie o el propio sistema nos lo inculque o nos lo hagan ver, no dándoles la importancia que se merecen a diferencia de otras asignaturas y lecciones manipuladas que bien se ocupan ya de ello.
La pregunta entonces sería…. ¿y por qué pasa esto?, lo dejaré ahí para invitar al lector a hacer este ejercicio de reflexión sobre esta cuestión y hallar su respuesta cuando acabe de leer estas líneas.
Una vez llegados a este punto y dicho esto, enumeraremos a continuación seis de los muchos ejemplos con los que conseguiremos esta clase de beneficios por cero €/$, o muy poco dinero aunque eso sí a cambio de una dedicación y esfuerzo en mayor o menor medida:
1.- CONOCER EL CÓDIGO MORSE:
Esta forma de comunicación universal basada en una representación alfanumérica a través de señales visuales o acústicas efectuadas intermitentemente ha salvado incontables vidas a lo largo de la historia gracias a su gran utilidad en numerosas situaciones donde otras formas de comunicación más cotidianas resultaban inservibles.
Sorprendentemente hoy en día es un código que cada vez se emplea menos, muchas veces sustituido por otros apoyados en la tecnología y lamentablemente cada vez lo conocen menos personas. Sin embargo, a veces la tecnología falla o nos puede jugar una mala pasada, ¿verdad?
2.- POTENCIACIÓN DEL LADO DÉBIL DEL CUERPO:
Mejora en el control, manejo y aumento de la fuerza y coordinación de aquellos segmentos corporales (brazos, manos, piernas, pies) más atrofiados o menos “educados”.
Esto repercutirá en un mayor aprovechamiento y versatilidad de nuestro cuerpo mejorando sus aptitudes físicas y psicomotoras. Si a estas partes les dedicamos atención, esfuerzo y tiempo con cierta asiduidad conseguiremos reducir significativamente la desigualdad existente con respecto al lado dominante, evitando incluso posibles futuras asimetrías causadas por un déficit en el tono muscular.
3.- SABER EL LENGUAJE DE LOS SIGNOS:
Dominar el Lenguaje de los Signos utilizado por las personas sordomudas es otra de las formas en las que establecer un canal de comunicación que puede llegar a ser sumamente útil en determinadas circunstancias y situaciones para las personas que no lo son y que también podría significar la gran diferencia entre vivir o morir.
En otros casos llevados a otro plano mucho menos dramático, podría marcar una gran diferencia al disfrutar mucho más de una actividad, como por ejemplo en la práctica del buceo recreativo.
4.- TENER FORMACIÓN EN PRIMEROS AUXILIOS:
Por todos es sabido, o debería de ser así, que poseer conocimientos en primeros auxilios es algo fundamental para atender a nuestra obligación de auxiliar a cualquier persona que lo precise de la mejor forma posible.
La Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre del Código Penal lo expresa debidamente y cito una parte textualmente: “Incurre en un delito de omisión del deber de socorro la persona que no ayuda a otra que se encuentra desamparada y en peligro manifiesto y grave, cuando pudiera hacerlo sin ningún riesgo ni para sí mismo ni para terceros”.
Recordemos que, si hoy es por ti, mañana puede ser por mí.
5.- POSEER ADIESTRAMIENTO EN TÉCNICAS DE ORIENTACIÓN Y SUPERVIVENCIA:
No caigamos en el error de pensar en que esto sólo nos podría venir muy bien si nos encontrásemos en el “improbable” caso de haber llegado por un infortunio al típico escenario de una isla desierta cuan solitario náufrago, donde tuviéramos que sobrevivir allí hasta solo Dios supiera cuándo seriamos rescatados.
Por desgracia existen más casos de los que nos pensamos de personas que, sin estar practicando ninguna actividad de ocio relacionada con la montaña o la naturaleza en general, que podrían ocupar el grueso del porcentaje de personas que se han extraviado, han desaparecido o se han perdido temporalmente en lugares donde la probabilidad de encontrar ayuda humana era nula o muy remota.
Esto, por ejemplo, ha podido suceder por querer acortar un trayecto, o ir a buscar algo o a alguien en un lugar desconocido, o por alejarnos inconscientemente de un lugar de trabajo y nos hemos desorientado, o incluso si el vehículo en el que íbamos por una ruta desconocida y apenas transitada nos ha dejado tirados y nos hemos visto obligados a ir a buscar ayuda perdiéndonos aún más.
Si le añadimos a estos supuestos los muchos relacionados con el ocio como decíamos antes, no son pocas las posibilidades existentes que se nos pueden presentar alguna vez donde el saber técnicas de orientación y supervivencia nos podría sacar del apuro o de una situación comprometida sanos y salvo.
6.- APRENDER Y PONER EN PRÁCTICA HÁBITOS DIARIOS SALUDABLES. NUTRICIÓN, EJERCITAR EL CUERPO Y LA MENTE, DESCANSO:
Cuidar de nuestro cuerpo y mente diariamente con hábitos saludables, sin duda alguna, harán de nuestro paso por la vida un viaje mucho más placentero y pleno.
En este capítulo hemos hablado de solo algunos ejemplos en donde sin invertir nuestro dinero o apenas haciéndolo, cosecharíamos una clase de beneficios que no nos enriquecerían económicamente sino de otra forma como decíamos en la introducción, y que como hemos podido ver tendrían un valor incalculable.
“Invertir en conocimientos produce siempre los mejores beneficios”.
BENJAMIN FRANKLIN. (Político, polímata, científico e inventor estadounidense).